segunda-feira, 23 de junho de 2014
Croácia e México na POESIA
CROÁCIA
Poema (Boris Maruna)
Algún día tendré, por fin, un rato libre
Y así, cansado de la vida, me sentaré al escritorio,
Arrimaré mi vieja Royal
Y compondré un poema terriblemente bello,
Con cierto objetivo práctico, bien definido:
Ganar algo de dinero
Y mover mi coche estropeado en la carretera.
El poema tendrá la forma de la cruz,
La mirada equilibrada de la muerte.
Será, probablemente,
La poesía para que me he estado preparando todo este tiempo:
En ella no escaseará nada,
Nadie se quedará falto;
Las ratas heredarán la cocina,
Las cucarachas el cuarto de baño.
Tú, también puedes estar tranquila.
Como los alemanes, como la sopa en polvo,
Esa poesía, terriblemente bella,
Tendrá también sus lados débiles;
En ellas tus tetas colgarán como
Las piernas imponentes de un paralítico,
En ella vivirás sin los demás,
Sin pagar jamás el alquiler.
La mirada equilibrada de la muerte
Estará siempre presente, como los zapatos tiesos,
Como los intereses de Dios nuestro Señor.
Nadie puede perder nada
Si aceptas las cosas como son.
Además, cuando era más joven nunca había pensado
Que el amor tenía su aparato digestivo;
Ahora, por fin, esto también quedará
La terrible belleza de ese poema
Tendrá su origen en el hecho
De no olvidarse nada, de no omitir nada.
Será igual de favorable al guerrero como al cadáver;
Al ámbito lejano como al gusano más insignificante.
Aludirá, imparcialmente, a la religión, a la política,
Al pueblo, a cada aguja y al ojo de cada aguja.
Hablará de ti, amor mío,
Del mundo en general
Y de todo aparte.
Más que todo de nada.
Sentado.
(Tradutor não localizado)
***
MÉXICO
LO COTIDIANO (Rosario Castellanos)
Para el amor no hay cielo, amor, sólo este día;
este cabello triste que se cae
cuando te estás peinando ante el espejo.
Esos túneles largos
que se atraviesan con jadeo y asfixia;
las paredes sin ojos,
el hueco que resuena
de alguna voz oculta y sin sentido.
Para el amor no hay tregua, amor. La noche
se vuelve, de pronto, respirable.
Y cuando un astro rompe sus cadenas
y lo ves zigzaguear, loco, y perderse,
no por ello la ley suelta sus garfios.
El encuentro es a oscuras. En el beso se mezcla
el sabor de las lágrimas.
Y en el abrazo ciñes
el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte.
Assinar:
Postar comentários (Atom)
Nenhum comentário:
Postar um comentário